Tila llegó a nosotros descartada por su galguero porque se había estrellado en plena carrera contra una valla, se golpeó la cabeza y desde entonces padecía ataques convulsivos.

Desde que entró al albergue comprobamos que Tila no tenía un comportamiento normal, está siempre despistada y no parece comprender el entorno o las situaciones del día a día. Así que el golpe no sólo ocasionó su epilepsia, sino que ha afectado a su capacidad cognitiva.

Actualmente se encuentra con medicación para tratar sus crisis epilépticas, a pesar de lo cual, cada cierto tiempo sufre ataques. Debido a esto, Tila duerme en una habitación aparte, separada de sus compañeros, que al no comprender sus crisis, la atacan, algo habitual en los ataques epilépticos.

Sabemos que es complicadísimo encontrar una familia que quiera aceptar a Tila con todos sus problemas, pero no tiramos la toalla y pensamos que en algún lugar puede haber un ser excepcional que quiera compartir vida con ella. ¿Eres excepcional? Pues tendrás que venir a conocerla.