

Lur (tierra) cuyo nombre anterior era Lucky (afortunada), tenía todas las papeletas para haber sido desechada y abandonada. Cuando tenia un mes de vida, sus compañeros caninos le atacaron y arrancaron una de sus manos y su familia decidió que no podría garantizar su seguridad y nos pidió ayuda.
Esta amputación le provocó que, al crecer, la otra pata sufriera las consecuencias de la sobrecarga. Además, tiene una fuerte displasia de cadera.
Al pasar a la edad adulta, fue operada de su mano amputada para mejorar su muñón y se le hicieron las mediciones necesarias, para implantarle una prótesis. Pero finalmente, nuestro sueño de verla correr a cuatro patas se desvaneció por diversos problemas técnicos.
Lur es una perra alegre, dócil, obediente y cariñosa.
Nos da mucha pena ver cómo los años han ido pasando y Lur no encuentra hogar por su discapacidad. No queremos que muera en albergue de viejita, como un juguete roto que nadie quiso. Lur aún sueña con su segunda oportunidad y nosotros también.




